Mi cuarto impregnado con olor a sexo, a ti.
Tu perfume en mi almohada.
Las sábanas mojadas.
En mis manos grabadas las caricias y tus rasgos y cada recodo de tu cuerpo, de memoria.
Por si acaso esto se acaba. Por si no te vuelvo a ver.
Para poder vivir de tus recuerdos y robarte las caricias cuando tú ya no estés o cuando yo me canse.
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