Cada día un poco más.
Todas sus vivencias, todos sus recuerdos, todas sus fuerzas.
Todo lo que ha sido, todo lo que es y lo que ya no volverá a ser nunca.
Y sus familiares se congregan alrededor de una cama en la que hay alguien que casi es nada ya.
Porque la vida, poco a poco y aunque joven, deja de ser suya.
Y se preguntan si hay un dios misericordioso que pueda curar la espera, ya que no cura la enfermedad.
Pero no hay respuesta.
Ni dioses, ni amos.
Ni plegarias.
Ni esperanza.
Solo la nada y la vida que, poco a poco, va abandonándole.
(Vivir esperando malas noticias es la peor sensación del mundo, porque vives con las lágrimas siempre al pie del cañón)
Son esos momentos en los que deseas que las horas pasen más rápido... y todo lo contrario.
ResponderEliminarufff siento si estas pasando por ese momento...
ResponderEliminarsin duda, es cruel y nadie se lo merece.
Se me ha arrugado el corazon.
Te mando mil besos