Ven, anda, que lo estás deseando.
Te tengo aquí un huequecito reservado para que apoyes la cabeza.
Tengo abiertos los oídos para escucharte y te prometo que me voy a dejar hacer cosquillas hasta que me ría tanto que me duela el estómago. Luego tendrás que darme besos para curarme.
Ya sabes que es mi debilidad. Casi tanto como tú.
Y encima te he hecho café.
Anda, vente, que lo estás deseando.
jejjejee que vaya que vaya...
ResponderEliminarbesos
Tentador.
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