Es como flotar.
Creo que es la sensación más cercana a volar que he experimentado.
Es como que no lo puedes creer, pero está pasando de verdad.
Es como haberse subido en una nube esponjosa.
Y de repente, te paras, cierras los ojos, respiras y te das cuenta: eres feliz.
Y encima ha llegado el otoño. Y me encanta.